HABLEMOS DE BASURA

Hablemos de la basura, pero de la basura más contaminante del planeta los maleducados hijos de re mil putas.

Ayer, después de trámites interminables, entregaron bolsas de alimentos para los campesinos que durante meses se vieron afectados por la sequía en casi toda la provincia de Corrientes. Comenzaron temprano, trámite aquí, trámite allá… vueltas y más vueltas. El encargado de la repartija que el Gobierno entrega es un veterinario- llamémoslo Adrián-.

Muchos de los campesinos tuvieron que viajar horas a caballo para llegar a buscar lo que les corresponde. Adrián en su local sin agua, sin asientos, sin nada más que calor insoportable por el hacinamiento reparte las bolsas sin apuro.

Acá viene lo que quiero contar. Una pobre viejita- imaginen una mujer de 70 años, de esas que quedaron solas porque todos sus hijos viajaron a Buenos Aires para encontrar nuevas oportunidades que el campo correntino no tiene, por más esmero y buena voluntad que le pongan sus habitantes-. Eran las 4 de la tarde. Ella estaba desde las 7 de la mañana. Lo único que dijo en todo el día, con su voz gastada con los años pero lúcida como para hacerse comprender con pocas palabras, fue:

-Señor Adrián, tengo problemas del corazón. Uno de los grotescos maleducados que estaban trabajando en la veterinaria respondió - El señor Adrian también tiene problemas del corazón, así que no moleste señora. Y se terminó la charla.

La indignación del amigo que me contó esto era tanta que al escucharlo me hervía la sangre a mí también. Lo único que atinó a decirme, consolándose y buscando una explicación fue -pasa que son unos maleducados hijos de re mil putas.